La historia del Día del Arquitecto Cubano II

…la Asamblea de Matanzas
A las cuatro de la tarde del sábado 14 de diciembre de 1935 llegó a Matanzas la excursión en que venían los arquitectos de La Habana, la mayor parte con su familia, en dos ómnibus fletados al efecto. Allí fueron recibidos por los miembros del Colegio Provincial de Arquitectos de Matanzas, y acto continuo concurrieron al Palacio de Gobierno, donde fueron recibidos y obsequiados por el señor Gobernador y el señor Alcalde matancero.
El poeta Hilarión Cabrisas, en nombre de dichas autoridades, dio la bienvenida a los Asambleístas, con su bella palabra expresó la satisfacción de las autoridades de tener como huéspedes a los Arquitectos cubanos. Contestó en nombre de estos el arquitecto Francisco Gutiérrez Prada, presidente del Ejecutivo Nacional.
En automóviles se trasladaron a la Cumbre, a admirar el bello y nunca bien cantado espectáculo del Valle del Yumurí, joya de esmeralda y zafiro en aquella hora, que fue apreciada por los arquitectos con el sentimiento de su percepción artística.
A las ocho de la noche se reunieron todos en fraternal y animado banquete en el Hotel París, y al concluir se trasladaron a los amplios y lujosos salones del Colegio de Abogados (Milanés 28605, hoy Dependencia Interna Provincial), galantemente cedidos para celebrar en ellos los actos propios de la Asamblea, que entre los puntos de su orden del día tenía practicar el escrutinio de los votos recibidos por correo para la elección de los miembros del Ejecutivo Nacional para el año 1936. A las 12 de la noche terminó el acto para continuarlo al siguiente día, trasladándose los asambleístas con sus familias a la sociedad El Liceo, donde fueron recibidos por el Presidente y miembros de la Directiva y sus familias y espléndidamente obsequiados, bailándose hasta altas horas de la noche.
El domingo 15 a las 7 de la mañana fueron los excursionistas a la Ermita de Monserrat, donde por cortesía y gentileza del señor Obispo de Matanzas se celebró una misa que oyeron los concurrentes con sus familias. Desde aquel mirador natural pudieron contemplar el maravilloso espectáculo del Valle del Yumurí, desde un punto de vista distinto al del día anterior y del grandioso panorama llevarán para siempre el recuerdo de algo sublime.
De regreso a Matanzas, cumpliendo el programa preparado, los arquitectos, familiares e invitados se reunieron en el Parque de la Libertad, junto a la Estatua del Apóstol, a rendir homenaje a su memoria, como acto cívico y sentido.
A las nueve y media se reanudó la sesión de la Asamblea en el local de los Abogados, y a las doce se clausuró entre aplausos y congratulaciones, obsequiándose a los concurrentes con un ponche, fineza de los arquitectos Castella y Lecuona, contratistas de los trabajos de la Zona Franca, trabajos que no pudieron visitar los arquitectos como era su deseo y habían dispuesto, por haberse hecho tarde el día anterior su visita a la Cumbre.
A la una almorzaron en el Hotel París. En amplia mesa en forma de escuadra se sentaron todos los arquitectos y sus familiares y se brindó por la prosperidad de la institución, que obró el milagro de reunir bajo un solo ideal a todos los arquitectos cubanos.
A las dos y media, en los ómnibus que habían de conducir a La Habana a los visitantes fueron a las Cuevas de Bellamar, último número del programa de festejos combinados por el Colegio de Matanzas para congratular a sus compañeros. Terminada la visita a esta maravilla de la Naturaleza se dio la señal de partida, después de agradecer a los compañeros de la Yucayo Gentil y espléndida todo lo que en honor de los miembros del Colegio Nacional de Arquitectos hicieron.
…la primera celebración
Por razones especiales durante los años 1936, 1937 y comienzos de 1938 no fue posible celebrar el Día del Arquitecto el 13 de marzo, pudiéndose al fin realizarlo el día 14 de mayo de 1938.
Para ello el Comité Ejecutivo Nacional designó una comisión integrada por los arquitectos Horacio Navarrete, Manuel Febles Valdés y Jorge A. Villar Jorge para la confección del programa de celebración, el cual, teniendo en cuenta el poco tiempo disponible, se conformó con una visita a la Necrópolis de Colón, para hacer ofrendas florales a los compañeros fallecidos y más tarde una velada en el Salón de Actos del Colegio. En esta velada, el arquitecto Enrique Cayado, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional hizo uso de la palabra, expresando ideas que por su significación y vigencia nos permitimos relacionar:
“Me ha cabido el honor de presidir esta primera fiesta que celebra el Colegio Nacional de Arquitectos, en conmemoración del IV Aniversario de su fundación como organismo oficial y del vigésimo segundo de existencia como asociación dedicada a la defensa y auge de la profesión de Arquitecto. En esta casa nos sentimos altamente regocijados esta noche, al ver congregados en un acto modesto, destinado a celebrar las fechas, que como jalón de gloria, señalan el inicio de una labor continua en pro de la cultura arquitectónica y del mejoramiento de nuestros pueblos y ciudades, a una tan alta y nutrida representación, que nos viene a demostrar que sabe de nuestra existencia y que conoce de nuestros esfuerzos en bien de la colectividad en donde se desenvuelven nuestras actividades.
Los arquitectos hemos laborado constantemente porque nuestra profesión alcance el nivel que le corresponde en un pueblo que como el nuestro tiene derecho a un lugar en la cultura americana…
…ha mejorado nuestra profesión, han mejorado nuestras construcciones, ha mejorado mucho nuestra escuela de Arquitectura, han mejorado nuestros centros urbanos, hemos logrado mejoras en nuestra legislación; y si es verdad que en este punto pudiéramos haber hecho más, es cierto también que la simiente está regada, y que como esa simiente es buena, no ha de tardar en fructificar…”
Y así año tras año, hasta 1957 se reunieron los arquitectos cubanos, felices y alegres para conmemorar la fecha del primer acto oficial como Colegio Nacional de Arquitectos
…13 de marzo de 1957, una nueva significación
El 13 de marzo de 1957, con el Asalto al Palacio Presidencial, la toma de Radio Reloj y la muerte del Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de entonces, estudiante de Arquitectura José Antonio Echeverría, líder de la acción y otros estudiantes caídos en la misma, la celebración toma otra significación histórica; los cubanos perdían a uno de sus más recios combatientes, los estudiantes a su más grande dirigente, el Directorio Revolucionario a su bravo secretario general, y los arquitectos cubanos a su más brillante luchador por las mejoras sociales y el bienestar del ser humano.
Enero de 1959 marcó nuevas pautas en la celebración del Día del Arquitecto, el 13 de marzo del año del Triunfo de la Revolución rindió merecido homenaje a la epopeya revolucionaria del asalto al Palacio Presidencial y a la caída de José Antonio Echeverría; diversos fueron los actos efectuados, uno en el lugar donde perdiera la vida en la esquina de las calles L y Universidad, otros en el Cementerio de Colón en el Panteón de la Institución en memoria de todos los allí sepultados, y por la tarde, sobre las seis, se llevó a cabo el acto de develar una tarja de bronce en uno de los muros exteriores del Edificio Social del Colegio de Arquitectos de La Habana, hoy sede de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), la que recuerda el sacrificio de la vida de José Antonio Echeverría y de un grupo de alumnos de Arquitectura inmolados en la lucha revolucionaria.
…la primera asamblea revolucionaria
Corresponde también a los matanceros haber acogido en esta provincia la XXIV Asamblea Nacional del Colegio Nacional de Arquitectos, celebrada en el Hotel Kawama, Varadero, durante los días 12 y 13 de diciembre de 1959, después de un paréntesis de horror, que mantuvo por espacio de tres años a los arquitectos sin poder celebrar sus asambleas nacionales fuera de la capital.
Es la primera Asamblea de la Revolución triunfante, la primera que se realiza después de tener el honor y el agrado de haber recibido la visita en el Colegio del máximo líder de la Revolución, Fidel Castro, quien acudió a la asociación a solicitar la orientación técnica de los profesionales arquitectos en la organización del Departamento de Vivienda, del Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda de recién creación, acontecimiento que marca una nueva etapa histórica para los arquitectos revolucionarios en el triunfo y consolidación de una patria honesta y eficiente, con oportunidades para todos los cubanos.
El Comité Ejecutivo Nacional llevó a esta Asamblea una moción que declaraba día luctuoso el 13 de marzo, a la vez que proponía una nueva fecha para la celebración en el futuro del Día del Arquitecto, que no fue aprobada, y la propuesta de celebrarlo, ese año de 1959, el domingo 13 de diciembre, confeccionándose un programa que contemplaba la terminación de los trabajos de la Asamblea en las primeras horas de la mañana, la colocación de una ofrenda floral en la tumba de José Antonio Echeverría en Cárdenas, otra ante la estatua de José Martí en la ciudad de Matanzas, y un almuerzo de confraternidad en el Restaurante “Alturas de Monserrat”, a la vez que se entregaban premios y reconocimientos a destacados arquitectos entre los que merecen nombrarse Antonio Quintana Simonetti, Manuel A. Rubio Casanova, Augusto Pérez Beato y Juan A. Tosca Sotolongo.
Esta celebración del Día del Arquitecto fue el inicio de las peregrinaciones cada 13 de marzo a la tumba del líder estudiantil José Antonio Echeverría en su Cárdenas natal y allí en su tumba, después que se depositó la ofrenda floral, el Presidente del Colegio de Arquitectos de La Habana Roberto Chomat, pronunció un sentido discurso del cual recordaremos las palabras finales: “quiero dejar constancia en este acto que los arquitectos que rendimos reverente homenaje a la memoria de José Antonio Echeverría, lo hacemos igualmente a la memoria de Rubén Batista, Osmany Arenado, José Ramón Rodríguez López e Israel Echevarría, estudiantes todos de la escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana, y que murieron como él, por ver a Cuba Libre”.
…la asociación de los Arquitectos hoy
En 1983 se funda la UNAICC, Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba y a ella se afilian miles de arquitectos e ingenieros de la construcción que en Cuba construyen la sociedad por la que José Antonio Echeverría y sus compañeros de lucha ofrendaron sus vidas
En 1994 comienzan a funcionar las cinco sociedades especializadas de la organización, y de nuevo, estrechando lazos de fraternidad, los arquitectos se agrupan en la Sociedad de Arquitectura, para proseguir la ardua tarea emprendida el 13 de marzo de 1916, cumplir a cabalidad con su misión social, con el deber revolucionario del momento histórico, defender principios e identidad, luchar por el legado histórico, proyectar al futuro lo mejor de nuestra obra, y continuar la tradición de celebrar, en el marco de la conmemoración de los hechos históricos y la Jornada de Arquitectura, cada 13 de marzo, el Día del Arquitecto, haciendo público en ese fecha, además de los logros de la organización y el reconocimiento a las obras y profesionales destacados, el otorgamiento del Premio Nacional de la UNAICC Vida y Obra de la Sociedad de Arquitectura, el más alto reconocimiento a que aspiran los profesionales arquitectos, el cual se entregó por primera vez en 1996, y que en su decimoséptimo otorgamiento (2012), por segunda ocasión tuvo como digna sede la Casa Natal de José Antonio Echeverría, en la ciudad de Cárdenas, Matanzas, la que acogió la entrega de este premio, por primera vez en la provincia, en el 2006.
“No se equivocó José Antonio al sentenciar con toda firmeza y convicción al tirano, y al exhortar, con plena confianza en el espíritu de sacrificio de nuestro pueblo, a la lucha viril. Su mensaje, recogido, fue como un eje sobre el que coincidieron y giraron todas las fuerzas revolucionarias.
El sacrificio del 13 de marzo fue la inspiración. José Antonio Echeverría fue el argonauta que señaló el camino.
El 13 de marzo fecundó la Revolución Cubana.
Fue el holocausto que irguió la Nación.
Fue la conmoción que sacudió, poniendo en pie, a todo un pueblo, que unido comenzó a forjar su libertad.
Fue prédica ejemplar con Menelao Mora:
“Hemos sido derrotados pero no vencidos”.
Fue arenga invencible con Carlos Gutiérrez: “Arriba compañeros, que esto es nuestro”.
Fue el llamamiento definitivo con José Antonio Echeverría: “Que nuestra sangre señale el camino de la libertad”.
¡Fue el 13 de marzo el signo precursor del triunfo de la Revolución!
Comandante Faure Chomón
Fuente: Revista Arquitectura. Colegio Nacional de Arquitectos. Cuba
Autores: Arq. Ramón Recondo Pérez - Dr. Ing. Luis González Arestuche
UNAICC - Matanzas
13 de marzo del 2006
Actualizado, febrero 2020